sábado, 31 de agosto de 2013

El lenguaje del Camino 2013 08 31

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Caminar, recorrer los lugares que en otro momento recorrimos juntos, ahora en soledad, me traen a la memoria acontecimientos por los que estoy de penitente; como si el arrepentimiento y el aprendizaje de experiencias pasadas, sirviera de algo. Volver a los mismos lugares ¿Sirve de  algo?

Una y otra vez, caerse  levantarse, solo el ser humano mientras tiene vida lo puede hacer. Si algo he aprendido es que al calentarse el volcán se funden los mas rígidos principios. Renace lo primigenio reduciendo todo lo demás a simples elementos.

En este viaje me acompañan otros caminantes, solitarios, en pareja, en familia y en aras de la independencia nos volvemos transparentes. ¿Qué nos limita para relacionarnos con nuestros semejantes, tan próximos que se vuelven tan distantes? ¿Cómo es que en la Montaña todo el mundo se saluda y en la ciudad todo el mundo calla? ¿Quién da el primer paso en la comunicación en la relación? ¿Importa o llevamos la cuenta?

¿Oscilamos entre la aceptación y el rechazo? ¿Qué hacíamos de niños cuando queríamos algo,   Y si no nos lo daban, si nos lo negaban?

Atravieso el “Puente del Descalzo”  y me libero de todas estas ideas, me separo de estos acompañantes para iniciar para explorar, esta vez con la guía del mapa.

Te propongo una elección:
Ante dos tipos de mapas, uno en blanco con una flecha que indica la dirección a seguir en cada encrucijada, u otro que muestra todas las opciones sin decirte dónde estás, ¿Cuál tomarías?

Tengo una visión: quiero recorrer todo camino y llegar al final sin tener que volver sobre mis pasos ¿Cómo lo puedo hacer?


A veces coincido con otros caminantes y veo cómo reaccionan ante situaciones que ha he vivido. Juego con la ventaja de saber la respuesta al acertijo. ¿Cómo responden ellos? 
 Creo que intuitivamente todos la sabemos. Pobre de aquél que haga otra cosa que su corazón le dicte estará errando el tiro, equivocándose.

Saliendo de uno mismo, el mundo y las personas son muy curiosos. Siempre nos sorprenden, o será la actitud de darles la oportunidad de ser impredecibles, como si no tuviera memoria, y sus comportamientos pasados no condicionarán mi presencia ante ellos. Esto lo he visto en dos ocasiones, ante desconocidos y con los actores de cine ¿Te parece familiar? Aunque familiar es lo que aplicamos a un desconocido que nos recuerda a alguien.

Por muy marcado que esté el recorrido, por muchas veces que haya pasado por él, siempre me sorprende, es nuevo en ese instante,  ya que solo tiene existencia porque forma parte de mi experiencia, la presencia sella el momento de todas las posibilidades eligiendo una que se almacena en mi memoria.

Ante las afirmaciones:
-          No quiero volver a pasar por lo mismo dos veces
-          No quiero tropezar dos veces en la misma piedra
¿te identificas?

Las situaciones, por mucho que se parezcan, son siempre nuevas, lo que cambia es mi capacidad de respuesta ante ellas. Si se repiten, les agradezco, pues son una segunda oportunidad para cambiar mi comportamiento y crecer con la situación. Estoy convencido que si he aprendido la lección no se volverá a presentar. El miedo es una forma de fe en lo negativo, intentando evitar las situaciones estamos comprando un seguro para que se repitan, condenado hacer siempre lo mismo hasta que cambie la elección.

El camino asciende por el camino Schmid hasta el collado ventoso. Lugar para reposar, tomar conciencia de lo recorrido y compartir con otros caminantes. Los habrá perezosos, que llegaron antes, los que están allí desde siempre, los que acaban de llegar y los que están perdidos y se atreven a preguntar. Como voy sobrado de fuerzas continuo, ahora la ruta llanea hasta los miradores de los poetas y luego baja. Anticipo que será mas fácil y Oh! Cuál es mi sorpresa, se torna complicado por los ciclópeos bloques de granito puestos sobre la senda.
Ahora un paso en falso y la caída puede ser mortal. Los caminantes acompañados toman conciencia del peligro con la proyección del cuerpo del otro imaginariamente suspendido en el vacío. Los solitarios luchan con sus propias fantasías, templando los machos en un intento que no se desborden las emociones.


Las dificultades son una oportunidad para ejercitar mis habilidades. Esta frase tan de Coaching se torna real en la expresión física del camino. Ojalá fuera tan fácil reconocerlo ante las situaciones que nos pone la vida. Siendo honesto, soltando amarras y respuestas automáticas intuyo la respuesta. Dependerá de mi capacidad de obediencia y respeto a mí mismo hacer lo que el corazón me dicta. 

Ahora transcurrido el tiempo lo veo con claridad, allí estaban para mi hacer lo conveniente solo que mi enfado no me dejaba ver. (Similar a: Los árboles no me dejan ver el bosque) o lo implicado emocionalmente en la situación me cegó. Lo siento una vez mas. Espero poder perdonarme el error, en mi auto exigencia. Una vez lograda la paz interior aceptar que el otro puede estar dolido por mi error:  “Tenía tantas esperanzas puestas en mí…” y le defraudé.
He recorrido desde las Dehesas de Cercedilla la Senda  camino Schmid, la Senda de los Alevines para lanzarme por la Vereda de los Encuentros y retornando por parte de la Vereda del Agua.


¿Podría ser mas poético el recorrido?


Puente del Descalzo - Camino Schmid – Collado Ventoso – Pradera Majalama – Los Miradores – Las Dehesas.

Caminante interior, me ofrezco a acompañarte en tu próximo recorrido. Contacta por Email y lo organizamos. Hay que tener valor  para afrontar nuestra sombra, y te aseguro que se supera con amor infinito.

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