jueves, 20 de diciembre de 2012

El Reino del Laberinto y los 7 sellos. Viaje de Auto-conocimiento

     El Reino del Laberinto y los 7 sellos. Conocerse a sí-mismo.

     Un relato que a modo de fábula le permite al lector una identificación con los personajes, un nivel de reflexión y auto conocimiento que puede experimentar.

     Caminar por el laberinto produce la extraña sensación de perderse en él, donde desaparecen el pasado y futuro y nos centramos en el presente, Sirve para confundir y despistar a todas aquellas energía que nos siguen y nos confunden, liberándonos de livianas cargas que nos frenan y ralentizan.

    El libro  maneja el simbolismo de los arquetipos, algo que cada uno de nosotros incorporamos en nuestra personalidad y que llegar a conocer nos ayudará a descifrar nuestra forma de ser, lo que nos da la oportunidad de cambiar y evolucionar.

    La evolución se da con la toma de conciencia de los arquetipos que integramos con la observación el aprendizaje, sin juzgar, como en un juego.

domingo, 9 de diciembre de 2012

P.N. de Montesinhos y Ciudadela de Bragança

P.N. de Montesinhos y Ciudadela de Bragança

     En Portugal, cerca de la ciudad medieval de Bragança, se encuentra el P.N. Montesinho, idóneo para caminar entre monte bajo, roca y vegetación a la ribera Ruta Rio Maçãs, se puede realizar una excursión circular de 8 Km. Vestidos los caminos de verde y ocre de los arboles desnudos, salpicando el rio su curso con el letargo otoñal.

    Bosques de Robledales, Quercus Robur, que a fuerza de frío han perdido sus hojas, otros marcescentes flamígeran los caminos, manchado de bronce y ocre la niebla o el limpio cielo. Los helechos también acompañan acolchando entre los troncos pelados.

   La visita a la Ciudadela Medieval de Bragança, merece la pena al atardecer para aprovechar el mágico momento del encendido de la iluminación artificial, tan apreciada por los aficionados a la fotografía.

    Un paseo por los caminos que bordean la aldea de Montesinho nos permiten completar la  Ruta Porto Furado, 11 km, donde el musgo duerme en las ramas.