domingo, 1 de septiembre de 2013

El Hombre-Dios o El Sentido de la Vida

¿Qué sentido tiene la vida?

       Una pregunta que tengo dentro de mi (inmanencia) y cobra sentido fuera de mi (trascendencia).

       Hay muchos aspectos que toca el libro, donde la modernidad no es rechazo de la trascendencia. Una sacralización de lo humano y una humanización de lo divino.

        Quiero rescatar aspectos referentes al “Nacimiento de la Vida Sentimental” donde muestra los principios fundadores de la familia, no basada en el sentimiento, donde una persona se define como miembro de un linaje.

       Una revisión del Matrimonio por Amor, el nacimiento de la vida privada y la aparición del afecto paterno; donde nos recuerda los fundamentos ancestrales del Matrimonio con una finalidad económica para conservar y acrecentar el patrimonio; la pareja formada por la elección y voluntad de los padres, a veces de los integrantes, sin que se tenga en cuenta los sentimientos de los miembros de la misma, además de una finalidad reproductiva.

       El nacimiento de la intimidad, ya que la familia vivía un una sola habitación, no hay vida privada, la comunidad interviene en la vida familiar y el nacimiento del amor paterno, todo ello a partir del siglo XVIII.

       El amor profano es el que va a dar su significado a la existencia de los individuos. Nos recuerda que “no hay Amor Feliz”. La felicidad en el Amor es un señuelo por su naturaleza prometida al fracaso por estar volcado en afectos fuertes y cambiantes.

       La vida sentimental moderna se enfrenta a dificultades terribles y el libro nos recuerda:
  •              La fundamentación de una parte más importante de la existencia del individuo en los sentimientos y la retirada del auxilio de las tradiciones, el apoyo de la comunidad con experiencia y las creencias religiosas, supone una mayor vulnerabilidad al mal en todas sus formas. 
  •        Los individuos se enfrentan a la cara a cara, de la dualidad de una pareja privada del auxilio de la tradición.