"En un lugar de la Mancha
de cuyo nombre no quiero acordarme… " Así comienza el libro, Novela de
Caballería, Don Quijote de la Mancha. Y en este sin acordarme, llegamos a un
pueblo que pronto olvidaremos. Fuencaliente. Albergado dentro del Parque Natural Valle de Alcudia y Sierra Madrona
Lo más agradable del pueblo es el lugar. Sus gentes manchegas, como el tiempo, fríos, toscos, rudos y secos, a excepción de la recepción de turismo.
Los recursos del pueblo, la caza, la agricultura, los baños de aguas termales declarados de utilidad pública. Algún turismo incipiente en relación con la salud, la naturaleza, el Senderismo y la bicicleta de Montaña. Por el pueblo se encuentran hitos de la Ruta del Quixote, asociados a los viajes del Hidalgo estas tierras.
Tiene un antiguo asentamiento romano de Fundición de metales, poblado de Valderrepisa.
El lugar es apropiado para pasar unos días, 4, a lo máximo, para en primavera u otoño recorrer la zona en función de sus gustos e intereses. Los míos, naturaleza y senderismo. En otoño, hay que preguntar por las monterías que se desarrollan en la zona, que bloquean ciertos recorridos.
El itinerario seguido:
1.- Visita al Yacimiento Romano de Valderrepisa, a solicitar las llaves en la Oficina de Información y turismo de Fuencaliente. Antes de salir del pueblo se puede visitar la iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Baños, donde mana el arroyo de aguas termales que recorre la iglesia y se dirige al balneario que hay a su espalda.
2.- Ruta de Senderismo San Isidro-Chorrera de las Sierpes-Robledo de las Hoyas-EL Abuelo, para el primer día. Un recorrido de 3 horas y media roble, pino y jaras. Se adentra en la garganta del Arroyo Robledo de las Hoyas. Sendero que sigue el curso del arroyo. Agudiza el sentido. Obliga a sellar cada paso con sumo cuidado. Siguiendo el camino homónimo. Asciende por el Robledal hasta el collado del Cañizal. Seguir las indicaciones llevan a “El Abuelo” un impresionante roble en medio del canchal. Ruta circular que retorna al parking de la Ermita de San Isidro, como área de descanso.
3.- Ruta Barranco Peña Escrita–Collado Dornilleros (Hornilleros)-La Bañuela-Los Pinos-El Escorialejo-Peña Escrita, como una reunión de tres rutas, partiendo del parking de Peña
Escrita, al pie de las pinturas rupestres. Ascendiendo hacia el collado de la sierra de Dornilleros, que da nombre al collado de la zona, o también del Hornilleros. Subida hacia la Bañuela, a través de las Escorias, y de La Bañuela. Estando atentos se pueden ver plantas carnívoras. Desde el punto mas alto, el descenso nos lleva a través de un pinar autóctono. Se pasa por delante de una buitrera, donde se recuerda “Silencio”. El regreso hacia Peña Escrita es a través del sendero, así llamado. En el Parking se asciende en pocos minutos a las pinturas rupestres en la zona. Valladas y declaradas Monumento Nacional.
Buscar rutas circulares en la zona, requiere investigación, ya que la principal propuesta de turismo en la zona es a través de rutas lineales. La mayoría de ellas a través de pistas, sabiamente guardadas por cadenas para evitar los vehículos que molestarían a fauna y paseantes.
4.– Ruta hacia el Morrón del Pino, desde Peña Escrita, a través de pista, que fácilmente se puede realizar en bicicleta de montaña. La opción oficial retorna hacia el pueblo de Fuencaliente. Si se solicita el apropiado permiso, se podría realizar cómo circular para el regreso a Peña Escrita, según la ficción propuesta en el enlace.
5.- La ruta a través del pinar cercano al puerto de Valderrepisa, nos lleva hacia la cumbre del Abulagoso. La zona mas pintoresca de la ruta es “La Vereda de las Curvas”, marcada por el matorral de monte bajo, Jaras, espinosas, y encinas que dan un camino casi sin perdida. La pérdida puede venir de encontrar el comienzo de la vereda.
6.- Las Pinturas rupestres son atractivo singular en la zona, para evitar dejar de un lado, hay que visitar la Ruta de las Lastras hacia la cascada “La Batanera”. En el programa de senderos del ayuntamiento al conjunto lo llaman “Entre pinturas” La Batanera-Peña Escrita, ambas se unen a través de un tramo de carretera. Solo queda elegir dónde dejar el coche para que el regreso sea ascendente o descendente.
La zona de sierra es minera por naturaleza, antiguas minas de plomo, argentíferas, como las Minas del Horcajo. Este último lugar sirve para complementar el viaje. Visitando se al atardecer se pueden avistar ciervos, o el tesoro de la vida, naturaleza en movimiento.
