domingo, 26 de octubre de 2014

El Cáliz de la Pedriza


Cuántas veces habremos viajado a un lugar a un lugar y habremos descubierto algo nuevo cada vez. Esta vez se trata de aprecia el juego de la naturaleza y ponerle nombre orgánico, homeomorfo, simbólico o de semejanza, en un lugar donde la imaginación se expanda. La Pedriza se convierte en un lugar de adoración para los capitalinos, y amantes de la naturaleza. Haga frio o calor, sus pétreas formas vigilan desde el horizonte. Le toca a un punto de vigía, fortaleza, atalaya, algo que se ha nombrado como el Cáliz por su forma, lo recuerda.

Desde donde podamos, desde el Tranco, subiendo por el GR-10 o Canto Cochino, caminar por el santuario es redimirse. Es el camino lo que lo hace especial, hasta llegar al vigía sobre el horizonte, El cáliz con sus formas en equilibrio,  caprichoso con su propia vía de ascenso. Desde allí podemos ir a cualquier parte, hasta perdernos, o descubrir nuevos senderos y volver por la Charca Verde pasando por la Peña Horcajo.

Bajar por una pista es poco emocionante y unos aceleran hasta la llegada.

Por motivos incógnitos la única imagen, que hasta ahora queda es la portada.

La traza de la Ruta.

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