jueves, 24 de noviembre de 2011

Meditación Dinámica con Isabel Díaz

         Isabel nos habla de meridianos de acupuntura, campos magnéticos y campos eléctricos que se generan en nuestro cuerpo debido a la circulación de energía. La que procede del cielo que se encamina hacia la tierra.

         Trataremos de jugar, imaginando que somos un árbol que tenemos raíces electromagnéticas que nos unen con la tierra. Estamos sometidos a la fuerza de la gravedad;  al ser consciente del magnetismo, este toma mayor presencia. Al relajarnos somos conscientes de las fuerzas que circulan por nosotros.

         Ahora vamos a permitir nos sentir la gravedad, el electromagnetismo, sentir los movimientos del cuerpo como una brújula que nos orienta fuertemente hacia un mayor bienestar, según los movimientos de la energía a través del cuerpo.

         Puestos de pie, con las rodillas flexionadas (las articulaciones es donde más se bloquea la energía) Nos sentimos, tratando de pisar con la planta del pie lo mas profundo que podamos para que la energía circule, entre y salga. Permitimos cualquier movimiento que pueda surgir, balanceos, mecimientos, oleadas de calor o frescor, hormigueos o chispitas en el cuerpo, el cuerpo se autorregula, liberando lo que le molesta, recargándose de lo que necesita, solo dejaremos que suceda, sin opinar, sin juzgar, solo dejando que suceda, hacer sin hacer nada. Sin arreglos del pelo, de chaqueta, ni mirar a los demás. Podremos la atención dentro de nosotros.



         Allá donde pongamos la atención, allí surgirá la energía. Si la mente está fuera de nosotros, nuestra energía estará fuera y nos agotaremos, nos desgataremos, vamos hacia fuera. Sentimos  las personas y los lugares, sentimos al estar con alguien o en algún lugar, nos sintonizamos, resonamos con ellos. Armónica o in-armónicamente  según nos ajustemos en las capas que nos conforman.

         En esta meditación armonizamos el exterior e interior. Sentir el movimiento de la energía y observaremos las sensaciones, las emociones, pensamientos, todo lo que conforma al ser humano. Podremos tener emociones, dejaremos que ocurran, lo sentiremos, lo disfrutaremos, lo dejaremos salir, hacer que la energía salga, circule, fluya, se libere...

         De píe, descalzos o no,  ocupando el espacio, llevando la atención al interior nuestro.  Los beneficios de esta meditación están en la práctica y en su repetición. Es aconsejable realizar la por 21 días consecutivos para el comienzo. Puede que el cuerpo se mueva o no, a veces habrá movimientos extraños o no, y sabremos que hemos terminado, pues así lo sentiremos. Podemos comenzar de pie, pasar por sentarnos, o acabar tumbados, es igual.  Lo importante es mantener la conexión interior, la conciencia en la unión con el cielo y la tierra, con el eje central que consta de puertas que regulan la energía por los diversos componentes, la entrante o saliente.

         Captamos la energía que entra en el cuerpo, con la atención al eje central, con los pies establecemos la conexión con el suelo y favorece la alquimia interior. Podemos recuperar el equilibrio interno, restablecer el flujo normal. Podremos sentir el cuerpo más ligero, que las molestias desaparecen y se diluyen. En momentos de alta actividad solar recibimos una exposición energética extra en el cuerpo; es conveniente realizar algún trabajo para equilibrar, por ejemplo la Meditación Dinámica.  


         Puede que después de meditar nuestros problemas sigan como hasta ahora, salvo que podemos verlos de otra manera. 

      
         Hemos realizado una limpieza regenerativa, recargados de energía. Existen otras meditaciones dinámicas pero no son esta, pues esta es libre, conectados interiormente dejamos que la energía actúe, sin intervenir, solo sentir.

         También podéis seguir las explicaciones en este Video encontrado en unas excavaciones, ¿dónde si no?


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