jueves, 3 de noviembre de 2011

Una tarde practicando los cinco ritmos con Helena Barquilla

           Los 5 ritmos son una clasificación creada por Garbrielle Roth para dar nombre a las diversas formas de expresión rítmicas, que tiene que ver con el hombre, la vida y la naturaleza. 
            Se pueden ver como un mapa rítmico de los movimientos de la vida, si la entendemos como la expresión de Energía, podrían ser una guía para ordenar y canalizar la manifestación, estar en sintonía con la vida, vivir la Alegría.

            Vamos a pasar un rato, vamos a trabajar con el cuerpo despertando la conciencia corporal, las sensaciones corporales, la sensibilidad, el instinto,  la conexión con la vida.

            Si hoy en día estamos en la cabeza, trabajamos mentalmente y utilizamos mayoritariamente la razón, que mejor momento que este para cambiar de registro, explorar el  espacio que nos rodea, ir mas allá de nuestra zona de confort,  comunicarnos corporalmente con el entorno y relacionarnos de igual a igual con nuestros semejantes.

            La vida está llena de ciclos, cambios y ritmos. Manifestaciones de conceptos como la feminidad, la tierra, lo pesado, lo Ying, englobado en lo Fluido. Conducidos por la música experimentamos estos estados,  modos y fenómenos. Lo Yang, el cielo, lo masculino correspondiendo con el Staccato. El Caos para la fusión de lo masculino y femenino. El Lírico para la expresar y soltar, lo voluminoso y voluptuoso. La Quietud, clásico, hacia dentro, experimentar y vivenciar, Silenciar el movimiento buscando el interior.



            En el movimiento Fluido nos llevamos hacia dentro, la inspiración, lo circular; disfrutamos girando, siendo un cuerpo celestial, para rotar sobre nosotros mismos,  alrededor de otros y en la sala. Sería como relacionarse con uno mismo, con el otro y con el universo.  Seguir al líder: la música, nos ayuda a fluir, soltar, mover, desenredar y ver las cosas fáciles y sencillas; desmitificamos y simplificamos al movernos.

            Nos movemos como Olas, y en la metáfora nos desarrollamos, nos desenvolvemos; olas rítmicas de movimiento y energía, de expresión musical: la Armonía. La metáfora nos lleva a expresar o experimentar la feminidad de cada uno, la masculinidad, el matrimonio de ambos, su creatividad. Surge el Ser, de todos y entre todos. Nos conduce a la Calma, la tranquilidad, al origen del movimiento: la Quietud.

            Nos movemos  para tomar conciencia del cuerpo, el nuestro templo sagrado, vehículo de esta existencia; vivo, un poco olvidado, autónomo y evolucionado nos deja lugar para la creatividad. Cabeza, cuerpo y extremidades  son los elementos fundamentales que nos dotan de libertad para expresarnos y dejar la huella a  nuestro paso.

            Me fundamento, me sustento sobre los pies, son los que me guían de aquí para allá. Me inflo y desinflo,  respiro, tomo la vida como ser global. Pies y Respiración me hacen bailar sin mente, abril los sentidos, percibir las sensaciones, la expresión  corporal de las emociones, de lo interior y fenomenal, no-mental, conectando con lo auténtico.

            La autenticidad se aprecia en el movimiento, en la expresión del cuerpo de las cosas. El lenguaje corporal llevado más allá. Quitando al conductor  (lo racional) de la obra, dejando solo al danzante. Moverme me energetiza, me permite expresarme en libertad, dar continuidad al movimiento de la vida, la fluidez. Me permite encontrar nuevos aspectos, soluciones diferentes.  Siento y vivo cada ritmo, ejercitándome en el espacio para llevar a lo cotidiano lo que me pueda servir.

            ¡Que  buen momento para disfrutar!

Entender los tipos de ritmos que he vivido y como me he movido en ellos.

¿Lo que representan para mí estos 5 ritmos?

Una oportunidad de subir el volumen gestual, de explorar nuevos límites y posibilidades, cuantas ganas que llegara este momento.
         
         Hubiera preferido que estuviera aquí… (¡Huy!  Estas fantasías, estos pensamientos…)  Ahora tengo los elementos y la oportunidad de disfrutar, de dar rienda suelta a mi latido.  

¡A por ello!
         
        Me resultó una meditación en movimiento, una descarga de pesadez. Pude soltar lo almacenado en el cuerpo, lo retenido, lo somatizado...
     
       Me quedé ligero, suelto, agarrado a la vida, sabiendo cual es mi lugar.

            Volveré a explorar más...

       Aquí os dejo un vídeo demostración. Espero os guste.


   

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