sábado, 14 de junio de 2014

Travesía de los fortines de la línea Republicana en las cumbres escurialenses.

A parte de seguir sendas y caminos marcados como GR’s  O PR’s, se puede pasear donde el campo lo permita, las piernas nos aguanten para de forma temática interpretar los restos de piedra que jalonan el horizonte.

Amontonar piedras es un juego de niños que se convierte en vital cuando de la guerra se trata; pasar a su lado y cambiar la perspectiva depende de las sabias explicaciones del guía, en este caso D. Luis Martínez Espada, perteneciente a la asociación de estudiosos de los frentes madrileños de la guerra civil española. Estas piedras se convierten en versos de la historia, puestos avanzados, de consolidación y estratégicos (fortines, casamatas, bunkers, trincheras, etc) donde sobrevivir pasando las interminables horas del día y la noche, sin otra cosa que hacer que mantener la posición y evitar al enemigo, ser descubierto o que atraviese por allí.

Miradores unos contra otros, valles y praderas cebados con unos pocos hombres que resistirán lo que les manden, año tras año. Pequeños chamizos donde refugiarse  de las expuestas solanas veraniegas y las frías noches de invierno en una sierra pelada por razones estratégicas. Cualquier jaqueado de piedra se constituye en escondite de francotiradores.

Ahora caminamos veinte personas, imaginar que allí se movilizaron cerca de 3.000 hombres. Cuesta creer cómo vivían, comían, dormían y demás para sobrellevar un ideal que desapareció. Nunca fueron vencidos, los milicianos, solo se acabó la guerra, pues los otros, cambiaron de estrategia y avanzaron a Madrid desde otro punto flaco, remontando el Tajo; pues esta posición nunca cedió. De ello dan fe los refugios, las posiciones de ametralladora, trincheras de doble parapeto, improvisados fortines amontonando piedras del entorno.

Pasada la cumbre de la Carrasqueta, ahora se contempla el cementerio monumento de la historia con su colosal cruz “El Valle de los Caídos”, donde descansan valientes, los del Alto del León.

Te dejo la traza de la ruta de la travesía de Peguerinos a San Rafaél y algún recuerdo.

Los datos técnicos:
La ruta parte del camping de Peguerinos para remontar por el camping de “Peñas Blancas” hasta alcanzar la Portera del Cura. Continúa por la cordada de la llamada Ruta Escurialense ("Cuerda Escurialense" sector montañoso del Sistema Central que se extiende desde el Puerto del León hasta el pico Abantos.) Cerro de la Carrasqueta, Risco del Polanco, hasta el Cerro de La Salamanca. Bajamos al Collado de La Cierva, tomando así el GR-88 que nos lleva  hasta San Rafael, junto a la ermita de la Virgen del Carmen.

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