miércoles, 22 de mayo de 2013

La conducta de Emparejamiento - I

Si estás leyendo esto es que tienes algunas dudas sobre lo que pasa a tu alrededor, que nadie te ha sabido aclarar y quieres ver puesto en negro sobre blanco.  Intentaré dar unas pinceladas, de algo que intuitivamente nos pasa por la cabeza. Quizás el ponerle palabras, estructurarlo y verlo desde fuera nos sirva para posicionarnos y hacernos conscientes de nuestros recursos, que manejamos alegremente en otros aspectos de nuestra vida y que nos podemos sentir confundidos ante algo tan “Vital” como el hecho de “Tener Pareja”.

Ahí va la primera entrega, de cuantas, solo el tiempo dejará su huella…
Tenemos la tendencia natural  de emparejarnos. Creamos leyes, rituales  y expectativas ante este hecho. Viene a si mismo acompañado de conductas que contradicen los actos de amor declarados en la unión. Hombres y mujeres, a veces, eligen parejas que los maltratan y la pareja fracasa a pesar de las buenas intenciones con las que surgió.

           Creemos en el amor verdadero y lo que encontramos y vivimos en la pareja, aunque la realidad nos demuestra lo contrario, es desamor, dolor y ruptura. Esta ruptura se interpreta como fracaso, síntoma de falta de madurez,  adecuación personal o de acierto en la elección de pareja. Más, No hay fracaso,sólo aprendizaje. El conflicto en la pareja es la regla no la excepción.
          
Los sentimientos amorosos forman parte de la naturaleza humana, los deseamos cuando no los tenemos y nos atontan cuando los vivimos.
           
La vida en pareja tiene un elevado coste, así como estar sin ella. Esfuerzo, sacrificio en su búsqueda y mantenimiento y genera frustración cuando se fracasa.
           
Tenemos necesidad de reconciliar la búsqueda de amor profundo con el conflicto que se genera en nuestras relaciones más queridas.

           Hechos:
-          Tener pareja es una necesidad si queremos tener descendencia y continuidad genética.
-          Parece que el Ser Humano tiene la capacidad, por encima de la instintiva, de   flexibilidad, de adaptación y un rico bagaje cultural.
-          Los seres humanos utilizamos “Estrategias Sexuales”. Estrategias: como Métodos para lograr los objetivos, medios para resolver los problemas; Sexuales, pues tienen que ver con nuestra continuidad genética.

Dejando a un lado la creencia del Amor, del idilio, lo que buscamos es: “Tener  Éxito a la hora de tener pareja”;  “Sobrevivir”  en la lucha por emparejarse. Son nuestros antepasados los que han sobrevivido y consiguieron emparejarse para que llegáramos nosotros. Estas estrategias no están planificadas se desarrollan automáticamente, veamos.

-          Elegimos un compañero o compañera.
Buscamos un partner que nos proporcione recursos, que nos dedique tiempo, energía y esfuerzo a nuestra familia, y que se comprometa.
Tenemos que tomar la decisión si lo queremos para corto o largo plazo, ya que esto cambia el enfoque.

-          Atraemos a un compañero o  compañera deseable.
Casi todos encontramos alguna pareja a largo de nuestra vida. Los hombres compiten por atraer a las mujeres, aunque también hay competencia entre las mujeres.

-          Conservamos el compañero/a,
Que puede seguir siendo deseable para los rivales, que puede abandonarnos si fracasamos en satisfacer sus necesidades y deseos para buscarlos en otra parte.
Los Celos son una alarma natural desarrollada para actuar al respecto de la fuga de la pareja. Los síntomas de celos podrían ser:
Vigilancia
-          Seguir al hombre o la mujer cuando sale,
-          Presentarse de repente para comprobar que está donde dice
-          Acompañar de cerca a la otra persona en una fiesta y dejarle desatendido en el hogar.

           Violencia: amenazar a un posible rival gestual o posicionalmente.
-          Sustituimos a la pareja que no nos satisface.
Si no podemos retener a la pareja o queremos reemplazarla tendremos que “sustituirla”, sería  “librarse de la pareja”; bien porque no se aviene a mantener compromisos tácitos de fertilidad, lealtad, intimidad o bien porque desarrolla conductas de cualquier tipo de malos tratos bien sean “físicos o psicológicos”

           Ante estas situaciones, de una manera consciente o subconsciente evaluamos los costes que nos genera, frente a los beneficios que nos proporciona el actual compañero y examinamos: otros candidatos, nuestras posibilidades de atracción de personas deseables, calculamos los daños que podemos sufrir nosotros mismos. Todo esto para decidir si nos quedamos o nos marchamos.
           
La separación no es sencilla y requiere esfuerzo, hay que justificar la ruptura, aunque los recursos justificativos son amplios. Genera la vuelta al mercado de la pareja para repetir el ciclo de escoger, atraer y conservar. Mas hay que tener en cuenta que el tiempo pasa, y nuestras sucesivas parejas nos dejan una herencia: hijos, cicatrices emocionales que nos hacen enfocarnos en parejas de distintas edades, con aspectos diferenciales o similares a las anteriores parejas. Se añade la experiencia de lo vivido, como un aumento de recursos y una mejor posición social.

           A esto hay que añadir condicionantes particulares de los sexos, ante la disponibilidad sexual, el tiempo y lo bien que tiene que conocer a alguien antes de consentir en tener relaciones sexuales. Los hombres pueden expresar su deseo y disposición a tener relaciones con una desconocida que sea atractiva; las mujeres rechazan los encuentros anónimos y prefieren cierto grado de compromiso. Esto genera un conflicto entre los sexos, que comienza aquí y no acaba con el matrimonio. Serán las diversas formas de su manejo las que afloraran recursos para minimizar los efectos o los agudizarán hasta terminar con la pareja.

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