viernes, 5 de abril de 2013

El Parque Natural Saja – Nansa y la Costa Cántabra


    Liencres, Montes Dunas y Acantilados.
    En la desembocadura del río Pas, se encuentra el Parque Natural de las Dunas de Liencres y los acantilados calizos de Somocuevas.
    Paseamos al borde del mar, sobre plegamientos estratificados abiertos como restos de un naufragio. Los pescadores se encaraman a los riscos, lanzando atrevidos los sedales a la mar. La paciencia les llena los bolsillos, la brisa les despeja la mirada. La caída marca su separación.
    Entre los restos esparcidos de roca, se remansa las olas en playas desérticas que se adentran, ganan altura. Se arremolina la arena formando dunas, olas terrenas mecidas al viento. Ahora las dunas están muertas, han sido cercadas por reforestación y pinaceas. Cosqillenan entre estos lugares, las gentes que las visitan. Entran y salen, se pierden y al atardecer la fría brisa marina barre cualquier signo de vida para dar paso al reino de la noche.
    El parque es una de las formaciones de dunas más importantes de la costa del Cantábrico. Partimos del cercano pueblo de Liencres y visitamos las playas de Valdearenas y Canallave, moviendo nos entre dunas y pinares.

   Puerto de Ozcaba – Los Tojos – Barcena Mayor.
      Partimos del puerto de Ozcaba en la cabecera del Valle de Cabuérniga. Las pistas forestales nos abren y conducen el camino, sembrado de neveros en la incipiente primavera. Nos saludan a lo lejos nevados macizos riscos de la Sierra de Peña Sagra, que nos esperan para otro día. Cresteamos, nos embarramos, nos lanzamos ladera abajo para dirigirnos al pueblo de Los Tojos capital del Municipio.
    Nos revolvemos, bajamos al arroyo, atravesamos puentes de piedra, seguimos el curso de cercas pisando lodazales arcillosos, amasando heces de ganado. Regados por una fina lluvia temprana que nos tapa el sol. Se descarnan las piedras emergiendo resbaladizas en el camino. El frío del invierno ha dejado desnudos los hayedos, castaños, robles y vegetación de ribera. Continuamos a la vereda del río y muy muy lejos entre ramas y matojos vemos la turística Barcena Mayor, pueblo decorado mantenido para gloria de vecinos y recreo de visitantes. Nos recibe el restaurante el Puente sobre el Río, nos acoge y nos indica hemos llegado.
     Pasamos cerca del arroyo Queriendo que no es recomendable hacerla después de llover, ya que estaría muy embarrado y algunos tramos inundados.  
  Saja - Tudanca.
    Recorremos el hayedo de Saja, en una suave y lenta ascensión. Una amplia pista que invita a correr, a mirar y pararse, a charlar y olvidarse del mundanal ruido. Las hayas templan su crecimiento y respetan el camino. Nosotras salvajes a nuestro aire, vosotros limitados al camino. Solo leñadores y pastores domestican la flora y fauna del lugar, ahora adormecidos, trabajadores estacionales transforman el paisaje en invierno y verano.
Pasado el hayedo alcanzaremos el Cueto de la Cahorra, tenemos unas vistas sobre el concejo y los pueblos de la Lastra. Bajamos por una pista empinada hasta Tudanca, donde se aloja el Museo Casona de José María de Cossio académico y alcalde de la localidad de 1933 al 36.
     El cabo de Oyambre.
       Iniciamos el paseo en la playa del Rosal, continuamos por la playa del Tostadero hasta Piedras Negras, por donde ascendemos al promontorio que constituye el Cabo de Oyambre. Desde donde la vegetación lo permita tenemos vista panorámica de la Playa.
       Atravesamos prados, cercas y fincas; bordeamos acantilados, hasta que nos encontramos con la pista que nos conduce hasta la Playa. Inmensa planicie que azoga el mar. Nos resguardan las espaldas cumbres nevadas. El conjunto nos transporta a otro mundo a lomos de brisas sol y arena especular.

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