Isabel nos habla de meridianos de acupuntura, campos magnéticos y campos eléctricos que se generan en nuestro cuerpo debido a la circulación de energía. La que procede del cielo que se encamina hacia la tierra.
Trataremos de jugar, imaginando que somos un árbol que tenemos raíces electromagnéticas que nos unen con la tierra. Estamos sometidos a la fuerza de la gravedad; al ser consciente del magnetismo, este toma mayor presencia. Al relajarnos somos conscientes de las fuerzas que circulan por nosotros.
Ahora vamos a permitir nos sentir la gravedad, el electromagnetismo, sentir los movimientos del cuerpo como una brújula que nos orienta fuertemente hacia un mayor bienestar, según los movimientos de la energía a través del cuerpo.
Puestos de pie, con las rodillas flexionadas (las articulaciones es donde más se bloquea la energía) Nos sentimos, tratando de pisar con la planta del pie lo mas profundo que podamos para que la energía circule, entre y salga. Permitimos cualquier movimiento que pueda surgir, balanceos, mecimientos, oleadas de calor o frescor, hormigueos o chispitas en el cuerpo, el cuerpo se autorregula, liberando lo que le molesta, recargándose de lo que necesita, solo dejaremos que suceda, sin opinar, sin juzgar, solo dejando que suceda, hacer sin hacer nada. Sin arreglos del pelo, de chaqueta, ni mirar a los demás. Podremos la atención dentro de nosotros.