Habiendo oído hablar de Portugal y su inmensa costa atlántica, me decidí a bucear en las ofertas para disfrutar de cuatro días combinando cultura y naturaleza. Llegó a mis manos la oferta de paseos que abunda por Internet y que se centraba en la Sierra d’Arrabida, estableciendo base en Sesimbra, localidad al sur de Lisboa y fácilmente accesible.
Unos días para paseos suaves disfrutando de la poderosa y constante brisa atlántica, traída de la mano de Titanes.
Visitar el Cabo Espichel y asombrarse como se doblan los acantilados sin fuerza alguna por la mano de la naturaleza, como posando los dedos sobre el mar. El silencio me arrebata, el viento me mece y me zarandea de un lugar a otro, me fija al suelo. Llegar en procesión a la Ermita da Memoria, perderse en el Santuario de Nossa Senhora do Cabo Espichel son una vivencia para este caminante.
Trazado de Ruta: Azóia - Cabo Espichel.
Atravesar la barrera, adentrarse en el camino, hundirse en la tierra, notar el peso de lo denso y pegajoso en los pies, me hacen sentir el abrigo de Gaia nutriéndome y sosteniéndome. Tropezarme con otros viajeros a pie o en montura, de repente descubrir que soy ilegal en esta tierra, me hacen cuestionarme si me he enraizado, he pedido permiso al guardián del lugar para adentrarme en su santuario.
Subir por los acantilados de la zona, atravesar la espesa madreselva, hasta el punto de perderme y mover la serpiente multicolor a través de la maleza. Como en un ritual de limpieza que arrastra lo denso de mí, oxigena mi espíritu y me recuerda que soy algo mas.
Reposar tumbado, contactar con el seno materno de la humanidad y dejar que su abrazo reponga los rotos y las costuras. Basta una pequeña entrega y comienza la transformación. Gano libertad y recibo amor, que mayor bendición del creador.
Trazado de Ruta: Terras do Risco - Acantilados - Sesimbra
Subir por el Monte de Abraao, acariciado por mimosas y jaras en flor, en sombrado por los bosques cerrados donde se refugia el musgo y se recrea un oasis de verdor. Abrir, deslizar y caer profusamente a los pies de la montaña llegando entre eucaliptos suave y abruptamente al mar. La Gruta de Santa Margarita suspende el camino y permite venerar el latido del mar. Refugio y descanso en la inmensa y solitaria playa Portinho.
Trazado de Ruta: Monte de Abraao - Portinho
Perdido en los cultivos de vides atlánticas, pisando barro arcilloso sin amasar, brotando la vida por doquier. Pasear por los prados salpicados de amapolas y margaritas, Suspender la marcha en una charca y revolotear hasta reencontrar la senda, atravesar huertas y propiedades; descubrir en cada recodo una sorpresa, unas veces cómoda y otras supinas laderas donde agarrarme con uñas y dientes al resbaladizo sendero. Mecido y zarandeado por el viento, seducido por los aromas y enternecido por el sol, conducido al escondido mar.
Trazado de Ruta: Quinta do Anjo - desembocadura del río Comenda.
Comparto estas fotos
Portugal - Costa Atlántica
Parque Natural Serra da Arrábida - Un Paisaje de Poesía
Serra de Louro - Serra de Sao Luis - Serra da Arrábida
Cabo Espichel - Sesimbra - Setúbal (Fuente: Senderismo Atuaire)
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