En el camino encontramos una pequeña mancha de bosque de recuperación cercado al ganado. El polvo y la piedra suelta se acumulan desde el puerto de la Cruz Verde para ascender al Pico San Benito y continuar todo el camino pasando por el alto de la Paradilla, el risco alto y el puerto de Malagón. Desde aquí volvemos al bosque y la pista. todo ello amenazado por arder para urbanizar el monte y especular.
Picos para no volver, Tercer Ermitaño, de ida y vuelta y el pico San Benito.
Lo mas agradable los voluntarios y sus provisiones de agua y fruta para el camino, lo menos agradable la contra reloj que no te deja disfrutar del paisaje.
Se puede hacer una vez en la vida, aunque no pasa nada si se obvia. La travesía tiene lugares con encanto que por si solos merecen ser recordados. Subida al pico Abantos o el paseo por el bosque de la herrería. Lo demás, campo al campo y no para volver a repetir.